miércoles, 19 de octubre de 2016

Bienvenido dolor

Título: Bienvenido dolor
Autor: Pilar Sordo
Número de páginas: 183
Valoración: Bueno

Reflexión

Este libro como todos los de Pilar Sordo son de autoayuda, si bien antes de pasar por un momento donde es bastante difícil reconocer ''necesito ayuda'' no creía en que alguien a través de las palabras,libros, etc, te podía ayudar, con esto me refiero a los psicólogos, no creía en nada de lo que ellos podrían lograr.

Es un texto que ayuda de una forma más allá de la aceptación de alguna situación que cambia en 360º la rutina de tu vida, va enfocado a la aceptación de lo sucedido, ya que, no todo tiene explicación, lógica, ni un por qué, pero se puede aprender a vivir con ello. Si bien lo único que se sabe en el momento que nacemos es que algún día vamos a morir, no se sabe cuando, en que situación, donde ni como, pero a pesar de este triste desenlace tenemos la voluntad de ser felices, en estos tiempos es un valor anhelado, ya que, no todas las personas pueden decir ''SI, SOY FELIZ. En mi punto de vista la felicidad es momentánea, son momentos que nos sacan de la rutina para hacer resaltar algo.

Una de las cosas más extrañas de este libro, es el como la autora reconoce que una enfermedad tan catastrófica como lo es el cáncer puede llegar a sanar, en su capítulo ''El cáncer sana'', y parte este capítulo diciendo: ''... Estoy segura al decir que las personas que han transitado por el camino del cáncer bien vivido, ya sea porque han padecido la enfermedad o porque han acompañado a alguien que la tuvo o la tiene, me van a encontrar la razón''. En el momento que leí eso estuve a punto de cerrar el libro e incendiarlo, por la simple razón de que la rabia y la pena me consumía al leer que el cáncer sana, para mi esa enfermedad me quitó una parte de mi corazón. También me identificó mucho porque ejemplifica con el cáncer de páncreas, el mismo que poseía mi padre.

Al terminar ese capítulo entendí el sentido del título, sana las trancas, sana la comunicación, sana las peleas, y un sin fin de cosas que en un principio, cuando llega la enfermedad al núcleo familiar solo existe rabia, pero hay que hacer las cosas rápido para poder llevar esta maratón de la mejor forma posible, es como ir en contra el tiempo, cualquier cosa que uno haga mal puede ser ''usada en tu contra'', uno se empieza a cuestionar ¿habrá sido mala persona?, pero al final de la historia uno se da cuenta que este tipo de cosas no llega por ninguna razón, mi papá le llamó ''la buena vida''.

Sin embargo puedo decir que aprendí mucho, aprendí a decir las cosas aquí y ahora, aprendí a pedir perdón, aprendí de que si quiero abrazar a alguien lo hago, a hacerme entender con el fin de que si el día de mañana pasa algo inesperado o no, estar con la satisfacción de ''le dije todo lo que tenía que decirle'', pero siempre falta tiempo para decir las cosas, y este no espera a nadie.